jueves, 2 de mayo de 2013

Trabajando con los nazis



En la entrada titulada "Jung y el nazismo" habíamos dicho que Carl Jung llegó a ser presidente de la Sociedad Médica de Psicoterapia que agrupaba a diversos países y que tenía varias sedes. Este organismo fue creado bajo el régimen de Hitler en reemplazo de la Asociación Alemana de Psicoterapia de la cual Jung era presidente honorario. Tiempo después Jung aceptó dirigir la  Zentralblatt fur Psychotherapie (revista de psicoterapia), una publicación marcadamente Nazi y en la cual formaba parte del comité editorial nada menos que el Dr. M. H. Goering, primo del ministro de Aviación Hermann Goering, el segundo hombre después de Hitler.  Estos dos eventos implicaron derechamente trabajar con los nazis y adherir al régimen de Hitler.
Transcurrió mucho tiempo hasta que Jung, en una entrevista con la analista Carol Baumann, explicara lo sucedido de esta manera:
“Yo, como suizo, acepté esta posición (presidente de la Sociedad Médica de Psicoterapia) con el fin de preservar un espíritu de cooperación científica entre todos los doctores europeos ante el antisemitismo nazi que entonces empezaba a alzar cabeza. Era imposible luchar abiertamente contra la intolerancia nazi sin que peligrara la posición de todos los doctores alemanes, y de los judíos alemanes en particular ... La tarea que yo había aceptado, la preservación de una sociedad internacional no política, finalmente se volvió una carga muy pesada, y en realidad una empresa imposible. En tanto, traté de cumplir con mi deber en este respecto como cualquier otro hombre decente habría hecho en mi lugar. Varias veces me quise retirar, pero los representantes inglés y holandés me hicieron una petición urgente, suplicándome "que me quedara en beneficio de toda la organización", y me quedé. No se debe abandonar a quien se encuentra en un agujero. Fue muy útil para mucha gente que yo permaneciera en ese puesto. Se podría decir que un tonto idealismo hizo que yo aguantara, pero me parecía injusto dejar en las astas del toro a toda la gente que se adhería a mí. Mi posición era: no soy la rata que abandona el barco, así que no renuncié hasta fines de 1939, cuando empezó la guerra y yo ya no era de utilidad. Entonces todas las comunicaciones internacionales se interrumpieron”
 
En relación a la proximidad del primo de Herman Goering, Jung aclara en la misma entrevista:
“A los nazis les agradaba mucho publicar mi nombre como una de sus conquistas suizas cuando trataban de levantar su menguante reputación ante los ojos del mundo…El hecho de que mi nombre se asociara con el de Goering en el consejo editorial de la Zentralblatt por supuesto me colocó en una posición cada vez más falsa, especialmente cuando él publicó su famoso pronunciamiento sobre el libro Mi lucha.”

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